Notas de prensa y artículos

Entrevistas 
Entrevista a Alberto López Amaro, Autor de Convenios R.A,

 

http://www.xornalgalicia.com/index.php?name=News&file=article&sid=81327

 

EnComún: José Alberto López Amaro, promotor de los convenios R.A. contra la crisis: http://www.encomun.es/?p=4394

 

 

 

 

 

2012, está siendo el año del espectador cabreado

2012 está siendo el Año del Espectador Cabreado. Millones de personas contemplamos entre perplejos e indignados, los problemas ajenos y los propios, los que surgen cada día,  los que vienen de atrás, y los que se avecinan.

El paro, no vender, los desahucios, las subidas de impuestos, los recortes, la corrupción, la pobreza y tantos y tantos problemas que están en boca de todos, conforman el Desvarío Nuestro de cada día.

Como es lógico y humano, cada uno practica su sálvese quien pueda particular, reformando el local, haciendo ofertas, preparando curriculums o rellenando formularios de ayudas. Millones de conflictos de intereses. Mini-partidos donde ganan los de siempre y pierden los de costumbre. Unos no venden y como no venden despiden, o solicitan un ERE. Los que no trabajan y no compran,  se convierten en culpables de que aquellos no vendan, a estos les devuelvan letras o no cobren, y los de más allá se carguen de activos tóxicos o se queden sin casa. Al otro lado del mismo platillo de la balanza, tenemos a un Estado incapaz de atender tanto desaguisado y tanto gasto. Empecinado en aplicar las medidas de siempre a los nuevos problemas. Contrayendo cuando se necesita expandir y tirando de tarjeta con números rojos en el banco. Cada reivindicación, por justa que sea supone un “no” de antemano, Cada ayuda concedida a regañadientes implica ahondar un poco más el pozo de la Deuda, mientras tenemos cada vez menos  tierra para taparlo.

Toda la deuda es odiosa. Toda. Pero mucho más odioso es este intento de conversión masiva al fundamentalismo  deudo-centrista que predican los misioneros del mundo. Vamos a resolver el problema de la Deuda con más deuda y a pagarla en cómodas mensualidades  con paro, recortes, impuestos, ajustes, deberes, pérdida de derechos y rescates. Con austeridad por fin seremos competitivos y estaremos por debajo de nuestras posibilidades. Hay que bajar los precios y los salarios, alargar las jubilaciones y contener el gasto. No importa de qué tengamos que privarnos.

Al espectador medio de esta función de circo que vivimos, le preocupan otras cosas. Sus cosas: Que por ser funcionario, le hayan bajado el sueldo, no tenga trabajo, no venda, el inquilino hace un año que no le paga o le faltan 247 euros para la letra del piso. La reacción inmediata es buscar a quien echarle la culpa. La Ley del Suelo, la burbuja inmobiliaria, el Gobierno actual, el anterior o el otro. Los sueldos de los políticos, la corrupción, la Banca. Entonces nos pesa a todos como una losa la frase de siempre:

No hay dinero y esto está cada vez peor.

Hace poco más de un año y de casualidad, di con una alternativa: lo que para mí supone una nueva manera de tratar “el problema”. Una solución relativamente sencilla, que sin embargo enseguida se topó con mucha más oposición de la prevista.

El primer escollo surge por el concepto de “problema” que tiene cada uno y la solución que se aporta. ·      

Era necesario simplificar al máximo y entender que lo que llamamos el problema particular, no es más que uno de los millones de maneras en que se manifiesta el problema de todos. ¿Cuál es el problema de todos?:

-Que no tenemos ingresos

Lo primero que se escucha después de semejante frase es:

Pues menudo descubrimiento.

Para que acto seguido, cada uno vuelva a su No vendo, no tengo trabajo, no me ayudan o me faltan 247 euros para la letra del piso. Y si por casualidad nos toca la lotería, vendemos algo, o nos sale un trabajillo, entonces nos olvidamos del problema por una temporada. Hemos resuelto el nuestro, aunque el de todos siga ahí, para más tarde o más temprano ocasionar otros.

Mi propuesta, el Convenio de Reactivación Acelerada, no se anda por las ramas de los problemas particulares y va a la raíz del problema de todos, que como vimos es:

Que no tenemos ingresos

Y por no tener ingresos, todos (el Estado y nosotros) tenemos deuda, y por no tener ingresos, no podemos pagarla, y para intentar pagarla, el Estado busca ingresos, en más impuestos, más recortes y más deuda. Entonces nos cabreamos,  buscamos culpables y cada uno reclama lo suyo, olvidándonos que el problema es de todos. Cada euro que conseguimos colocando deuda o con un rescate supone privarnos  de más recursos y más derechos. Cada vez valemos menos, tenemos menos y debemos más. Eso que tanto nos preocupa, es una consecuencia del problema de todos:

Que no tenemos ingresos.

Están jugando al Monopoly con nosotros, mientras movemos ficha, cuando la movemos, en el tablero de la Oca. Pero claro, es todo tan complicado y no tenemos ingresos, que preferimos seguir saltando de oca en oca, buscando desesperadamente alguien que nos preste, que nos ayude, que nos rescate. Las hipotecas no se pagan con otra más grande o a más años, se pagan con un trabajo y un sueldo.

Y eso precisamente es un Convenio de Reactivación Acelerada:

Los ingresos que necesitamos.

Pero ¿cómo, si no tenemos dinero y nadie nos lo presta si no es con un rescate? Automáticamente saltan a la palestra, los políticos, los banqueros, la corrupción, la deuda odiosa, la ilegítima, y otra vez por las ramas, todo bien aliñado con lo que hicieron  Madrid y Barça.

El Sur de Lugo es la ficha tropecientosmil de este terrible efecto dominó que estamos viviendo. El Puerto Seco no termina de venir, a los empresarios les tocó pagar el alumbrado navideño. La depresión económica, y la otra, nos rodean. Cementos Cosmos se cuestiona la continuidad; Tablicia está a punto de ser liquidada, Cemar Alimentación está como suele decirse, a punto de caramelo, y decenas de empresas de Galicia y todo el país, se las ven y se las desean para sobrevivir. Los medios informativos se cargan de noticias negras por todas partes. Esto está muy mal. No sé donde vamos a ir a parar. Si es que no hay dinero…

Pero tranquilos que con las movilizaciones, los cortes de carreteras y pasando frío en una explanada o delante de algún banco, asunto arreglado. Sabemos que no. Que desde el 15-M de hace unos años, ni las subidas de impuestos, ni los recortes, ni las ayudas, ni los ajustes, deberes y rescates han servido para nada. Tampoco las indignaciones, las huchas, los festivales solidarios, los lacitos y los pins. Para echar más leña, y seguir sin conseguir nada, prolifera la información detallada de nóminas prebendas, chalets, vidas privadas y embutidos varios. Nos quejamos de que en lo que va de año varios cientos de miles de millones de euros se fueron del país. Pero si fueran nuestros ¿los dejaríamos aquí?. Seguro que no.

El sur de Lugo, Lugo entero, Galicia y toda España necesitan lo mismo: INGRESOS

Pero no los ingresos procedentes de una ayuda millonaria(rescate) que tendríamos que pagar, ni de una enorme hucha que nos dejaría un poco peor a todos. Necesitamos ingresos que vengan de reactivar la economía, de aumentar los ingresos de todos. Con esos ingresos las empresas tendrían beneficios, con los que invertir y crear empleo. Ese empleo aumentaría los ingresos y capacidad de consumo de las familias. El Estado tendría nuevos ingresos de más impuestos y cuotas de la S.Social, y al mismo tiempo menos gastos en ayudas subvenciones y subsidios. Con más liquidez, podría dejar de recortar, no necesitaría subir impuestos, y sería capaz de dejar de endeudarse, emprendiendo nuevos proyectos, suprimidos y recortados. Estaría aplicando un Convenio R.A. que después de tantas cosas buenas nos reportaría a todos el 5% del PIB. La nada despreciable cifra de 55.000.000.000 al año. A modo de ejemplo el mismo proceso aplicado en EEUU, supondría crear millones de empleos y la friolera de 0.75 Billones de dólares.

Seria una buena idea para tod@s poner en practica en Lugo, la célebre frase de Einstein:  Dar ejemplo, no es la principal manera de influir sobre los demás;

es la única manera.

Tenemos una oportunidad única de convertir el Sur de Lugo en el epicentro de un nuevo terremoto económico que nos colmará de cosas buenas sin tener que gastar o perder un céntimo. Ahora es el momento de aprovecharla aplicando el Convenio R.A.

Información en Youtube:

http://www.youtube.com/watch?v=Lo6TtgUvlD8

http://www.youtube.com/watch?v=WhnP9IzPY7M

 

 

 

Encomún 27 marzo 2013. Todos necesitamos lo mismo

Todos necesitamos lo mismo.

Ni que decir tiene que de como piensas que van a salir las cosas, a como efectivamente suceden, hay un trecho (y ¡qué trecho!).

Personalmente opino, que para superar una situación tan mala como la que nos atenaza a todos, y me refiero a la económica; de ningún modo se puede caer en lo de siempre.  Einstein decía que la locura consiste en esperar que algo cambie mientras seguimos haciendo lo mismo. Es hora de hacer lo de nunca. Algo distinto,

En tiempos de crisis y Deuda , nada de lo aplicado hasta ahora, funciona.

No funcionan los impuestos (ni arriba,  ni abajo).

Llegados al punto en que nos encontramos, si suben los impuestos, se originan más gastos y necesidades sociales sin cubrir; aumenta el paro, se reduce el consumo y todos tendemos al "si puede ser sin iva", con lo que los ingresos del estado, se incrementan menos de lo previsto y los gastos mucho más, con una capacidad productiva y adquisitiva, cayendo en barrena. Si por el contrario, bajamos los impuestos, da lo mismo que lo mismo da. La alegría de unos, chocará con la preocupación de otros, que ahora tienen menos ingresos. De poco sirve que el pan cueste más barato, si no tenemos dinero para comprarlo, o la feliz medida se compensa con un aumento de los recortes.

No funcionan los recortes, ni por aquí ni por allá.

Los ingresos por recortes son como un espejismo en el desierto.  Una cerveza helada, pero sin vaso, que queremos atrapar con las manos. Durante una fracción de segundo decimos :¡Por fin, ya te tengo!, para acto seguido encontrarnos con la boca llena de arena y ni rastro de   cerveza. El recorte es un ingreso ficticio: creemos que vendiendo los microscopios,  subastando el coche oficial o quitándonos un gasto, tendremos más ingresos, pero es como vender el coche para comprar gasolina y después ir caminando a todas partes con el bidón en la mano. El material se subasta por mucho menos de su valor, lo que supone una pérdida. Cualquier  supresión o recorte de servicios supone un coste invisible, mucho mayor, en mano de obra, indemnizaciones, etc.  Un coche subastado por ejemplo, significa de salida perder en la subasta, reducir el valor del parque móvil, un conductor al paro, gastos judiciales  e  indemnización  si procede. Un seguro menos, menos carga de trabajo en mantenimiento, etc. Al mismo tiempo un perjuicio para  el fabricante, que compensaremos  con alguna subvención o ayuda.  Lo que nos ahorramos en investigación, lo pagaremos con creces en royalties dependencia exterior….¡Y con más recortes!

No funcionan las ayudas, donativos, limosnas, ni el resto de medidas del paquete: Huchas, recogidas de alimentos, tapones, festivales benéficos, pins,  cacerolas, lacitos, marchas encierros, huelgas ni manifestaciones varias. ¿Significa esto que no debemos ser altruistas ni solidarios?. En absoluto.  Sin embargo, desde mi modesto punto de vista, las limosnas y las ayudas deberían estar prohibidas por Ley. Y digo esto, porque están ahí para acallar conciencias  y compensar una injusticia anterior, que  según la más pura ortodoxia, no podemos evitar. En cualquier caso, estaremos cambiando el problema de lugar sin resolverlo. Supongamos  por un momento una macro-colecta nacional, para los indigentes y enfermos  del país. Por supuesto es un acto solidario, colaborar y ayudar a otros, y negarse a ello un sacrilegio. Los que tenemos, debemos dar a los que no tienen, se pregona por ahí. Totalmente  de acuerdo. Sin embargo si hubiéramos sido solidarios  antes, no habría indigencia ni enfermos sin atender debidamente, ni sería necesaria esa solidaridad posterior, que nos enternece mucho, pero nos cuesta más. Después de tocar a nosecuantos  euros por barba, todos, incluidos los que reciben la ayuda, estaremos un poco peor. Transcurridos unos días, los indigentes seguirían indigentes y los demás con menos capacidad para ayudarlos, la próxima vez.

Ni una sola de estas medidas crea empleo, aumenta el consumo o reactiva la economía, y mucho menos reduce la deuda.  Sin embargo, con cualquiera de ellas lo único cierto es  que tenemos menos, valemos menos y debemos más.

Desde el punto de vista de cada uno, todas las reivindicaciones son justas. Es justo un salario digno; cobrar el paro, que suban las ayudas, que seamos más competitivos, reducir el déficit, tener una buena sanidad, educación y tantas y tantas cosas. Entonces, si todos queremos cosas buenas, en definitiva lo mismo, ¿por qué no las conseguimos?. Sencillamente porque cada uno quiere las suyas. Y este planteamiento egoísta y particular, desemboca en el más contradictorio de los caos. No queremos más impuestos, pero sí más ayudas. Pretendemos que los capitales no se vayan aunque la situación sea cada vez peor. El FMI nos aprieta las tuercas y se queja de que baja el consumo, En definitiva: Queremos un niño gordito que pese poco. Y como decía el ginecólogo: Señora , los niños gorditos son de cinco kilos, no de cien gramos.

¿Qué es entonces eso que  queremos todos, cada uno a su manera?

La respuesta es sencilla: DINERO.

Resumiendo al máximo, somos  víctimas de la Deuda. Los acreedores van a lo suyo: cobrar. El Estado se encuentra con que tiene cada vez menos ingresos y más gastos para pagar la Deuda…y los intereses. Entonces aplica las gloriosas medidas de más arriba, que como vimos, aumentan los gastos y la deuda, pero no los ingresos. De vez en cuando oímos..”Hoy hemos colocado nosecuantos miles de millones más de Deuda (¡Qué bien!). En este proceso solo hay un ganador: La Deuda.

Sin embargo y a pesar de lo sombrío del panorama, estamos sin saberlo, sentados encima de la solución: Billones de euros.

Cuando llego a este punto siempre hay quien dice, ¡tonterías! Que la ignorancia es muy atrevida.

Volvamos por un momento a lo que queremos todos, y vayamos a por ello todos juntos y no cada uno  por su lado. Para eso es necesario, aunque  solo sea por un momento, ponerse en el lugar de los demás. ¿Qué puedo hacer yo para conseguir ese dinero que quiero? Ese SMI de 1500€, la pensión digna o los beneficios a final de ejercicio, recuperar el dinero de las preferentes, evitar los desahucios y en definitiva terminar con la corrupción, la Deuda y los recortes? La respuesta cae por su propio peso. Pensar y desear que los demás consigan lo suyo sin renunciar a lo mío. ¡Qué complicado, ¿verdad?

Es bastante más simple de lo que parece: Generando ingresos NO impositivos, que por no serlo, crean empleo y no paro, reactivan la economía, suponen más ingresos para empresas y ciudadanos, reducen la morosidad  y  el fraude, aumentan los ingresos del Estado,  por impuestos(sin subirlos) a empresas y trabajadores, y cuotas a la Seguridad Social. Con esta liquidez, ya no es necesario subir impuestos, recortar, ayudar, rescatar o endeudarse.

Esta maravilla de la economía moderna, se llama Convenio de Reactivación Acelerada, Convenio R.A. y además de todos esos beneficios, puede generar hasta un 5% del PIB. En el caso de España 55.000 millones de euros sin endeudarnos un solo céntimo. En la foto adjunta se muestra una cuota de 42,11€, que  no es el resultado de rascar  un bolsillo generoso, o una partida de gasto suprimido, sino que salió de la venta de algo que no se vendía. Le produjo beneficio al vendedor, al cliente, a unos alumnos, a la Xunta, al Estado y a ti amigo lector. Desde este momento, cada euro aplicado en la lucha contra una enfermedad, en I+D+i, catástrofes naturales, o enviado a una PAH,Fukushima, New Jersey, Grecia o Chipre ,habrá generado ANTES, un ingreso de veinte. Estoy seguro de que de pronto nos volveremos todos muy solidarios, no se sabe si por entregar el euro o por correr a recibir otros veinte. Si todas las compras del Estado se realizarán aplicando el  Convenio R.A. y tomando cifras de 2011, nos encontraríamos con un ahorro del 5% sobre los 360.000.000.000€ de gasto público. El Estado se habría ahorrado 18.000 millones que no habría tenido que pedir, ni devolver. Sus arcas estarían un poco más saneadas, habría más de todo lo bueno y menos de lo malo. Y esto no es una utopía, basta con repetir esta transacción 427 millones de veces, o muchas menos si el importe de lo vendido fuera mayor. Una empresa (que no vendía apenas) vendió, cobró y ganó. Un cliente(en este caso de la Administración del Estado) recibió productos y servicios a cambio de dinero( y estaba ganando mucho más que eso sin saberlo).Unos terceros en este caso los alumnos(y sus padres, etc  etc.)que podían ser, enfermos  de cáncer o dependientes o un banco público de esos que tan mal están, habría recibido llovido del cielo un dinero inesperado, que sin duda produciría mas dinero, actividad y consumo. El propio Estado sin recibir directamente nada, se habría ahorrado 18.000 millones, que no habría tenido que buscar en los mercados, colocar en Deuda, o descontar a sus funcionarios.  Y ahora la pregunta. ¿Hay en esta transacción algún perjudicado? Que habría pasado si todas las transacciones públicas y privadas se hicieran del mismo modo?. Os lo digo yo. Además de ahorrarse esta vez un poco mas..”solo”  55.000.000.000.€  el Estado habría pagado mucho mejor, y los acreedores cobrado, por la sencilla razón de que cuanto antes pagaran unos y cobraran otros…antes se habría producido el beneficio de unos y el ahorro de otros, sin más impuestos, sin recortes, ayudas ni rescates, pero sobre todo SIN DEUDA. He aquí la noticia más fantástica de los últimos…milenios.